lunes, 4 de agosto de 2014

Capítulo 2: A la luz de la luna


LA GITANA

CAPÍTULO 2: A LA LUZ DE LA LUNA






AL DÍA SIGUIENTE
SEVILLA, ESPAÑA
EXT. / MERCADILLO DE TRIANA / DÍA

En el puesto de los Heredia, en el mercadillo de Triana, Antonio, su madre Zulema y su primo Ramón atienden a la clientela como cada día. El villano conversa con su familia.



Antonio: Mamá, Ramón y yo vamos a por género a la furgoneta… 

Zulema: OK hijo, sí traigan las camisas nuevas, las de rayas… ¡Ah y las zapatillas de colores!! ¡Las de señora! 

Ramón: No te preocupes tía… ahora mismo… 

Mientras ambos chicos se van hacia la furgoneta, Zulema anima su puesto como buena gitana dando voces. Las señoras y amas de casa, que son las que suelen ir a mercadillos, llenan el lugar hoy, como de costumbre.

Zulema: ¡Vamos nenas!!! ¡Que lo tengo todo mu barato esta mañana!! ¡Dos sujetadores por 4 euros!!! ¡Pantalones, camisas, camisetas, bragas, tangas… de todo!! ¡Tengo de todo reinas!!  ¡Vamos que me los quitan de las manos, guapas!!! (Sonríe)


EXT. / FURGONETA HEREDIA / DÍA

Antonio y Ramón planean algo…

Ramón: Te digo que es fácil, esa joyería está en el mejor sitio de Sevilla para hacer un alunizaje.

Antonio: ¿Y cómo haremos? ¿Tienes ya algún coche?

Ramón: Voy a robar uno esta noche, en cuanto lo tenga yo te llamo y nos vamos. ¿A las 12 te viene bien?

Antonio: Perfecto, a esa hora mi vieja ya está dormida. No te preocupes, solo espero todo salga bien y no nos agarre la policía.

Ramón: Si logramos desvalijar la joyería, con el dinero que nos den por la venta de la mercancía en el mercado negro vas a poder comprar no una casa para Rocío, un palacio en pleno centro de Triana si te lo propones.

Antonio: Estoy cansado de esperar, ya son 4 años de novios… Menos mal que uno tiene sus mañas… (Sonríe pícaro)

Ramón: Jajaja. ¿Eso quiere decir que anduviste con alguna mientras tanto?

Antonio: Con Alba, la paya del kiosko del barrio, la hija del frutero de la esquina. Tú la conoces.

Ramón: Ya decía yo que mi primo no podía estarse de novio 4 años sin catar mujer, jajaja. 

Antonio: Oye, ¿Y qué quieres? La carne es débil jajaja.


INT. / TREN AVE SEVILLA-MADRID / DÍA

Marcelo y su esposa Eloísa viajan en tren a Madrid. La pareja ha decidido pasar el fin de semana en la capital española, mientras que su hijo Danilo se ha quedado en Sevilla. Sentados en el tren, el matrimonio conversa.



Eloísa: No debimos dejar sólo a tu hijo en Sevilla, apenas conoce la ciudad… ¿Y si le pasa algo o le atracan? Mira que en ese barrio de Triana donde anduvo ayer hay mucho gitano y mucha gentuza.

Marcelo: Bah, no te preocupes, mujer, Danilo ya es un hombre, sabe cuidarse sólo. 

Eloísa: Ya tengo ganas de regresar a Brasil, Marcelo. La verdad que no me gusta mucho España.

Marcelo: ¿Por qué? Si ayer estabas encantada con Sevilla.

Eloísa: No sé como será en Madrid pero allá vi mucho gitano… no me gustan los gitanos, sólo saben que robar y trapichear con drogas y esas cosas. No los puedo ni ver.

Marcelo: Bueno pero no todos son así, mujer, hay de todo en todas partes. Habrá gitanos buenos y malos, igual que de otras razas. ¿O qué en Brasil no hay gente mala? Venga ya, por favor.

Eloísa: Mmm, no sé… te digo que me dan mala espina. 

Marcelo: Mira ya estamos llegando a Madrid. (Mirando por las ventanillas del tren)


SEVILLA
EXT. / MERCADILLO DE TRIANA / DÍA

Rocío y su hermana Lara atienden a las clientas en su puesto del mercadillo, cuando de nuevo, entre la multitud aparece el joven brasileño, Danilo. El muchacho se acerca y sonríe… Rocío al verlo se queda muda, pero a la vez muy ilusionada de volverle a ver. Lara se da cuenta de las miradas y contiene la risa.



Danilo: ¡Bom día! (Sonríe)

Rocío: ¡Hola! ¿Qué es eso de bom día?

Lara: Buenos días, boba, jajajaja. Habla portugués.

Rocío: Ahhh, jajajaja. Perdón, que tonta.

Danilo: Jajajaja. ¿Cómo estas?  Qué bueno que te encuentro de nuevo. Pensé no estarías hoy.

Rocío: Pues aquí ando mi alma… trabajando como todos los días pa no variar. Aquí estoy con mi hermana Lara.

Danilo: Encantado. (Sonríe amable)

Lara: Hola… (Le mira de arriba abajo y le dice algo a su hermana al oído) Oye no me habías dicho que estaba tan bueno, Rocío… (Entre dientes)

Rocío: ¡Lara por Dios! (Avergonzada)

Danilo: Jajajajaja. (El chico se ríe pues lo ha escuchado) Así que te llamas Rocío… Bonito nombre, sí señor. Muy… español.

Rocío: Bueno, andaluz más bien, no te creas tú que en Asturias habrá muchas Rocíos, guapo.

Danilo: ¿Conoces Asturias? Yo me muero por ir, me han hablado muy bien, me gusta mucho España.

Rocío: No, mi niño, no he salido nunca de Sevilla, no tengo dinero pa esas cosas… (Triste)

Lara: Nos la pasamos trabajando y no tenemos vacaciones ni nada nunca, nunca… 

Danilo: Qué mal… Ah, por cierto me llamo Danilo, ayer no me presenté.

Rocío: Suena como a nombre de galán de telenovela… chico… (Sonríe)

Danilo: Jajajaja. ¿En serio? No sé… ¿Tu ves novelas?

Rocío: Si, claro, me encantan. Mira ahora ando viendo una que se llama… “Amores Envenenados” y luego veo otra… ¿Cómo es esa de la negra, Lara? Esa donde la Rihanna…

Lara: Alma sin ti, me encanta. (Sonríe)

Rocío: ¡Esa! Ay hijo es que somos adictas a los culebrones de allá de en “cal coño”…

Danilo: Jajajajajajaja. (Se ríe a carcajadas)

Rocío: ¡Oyes siempre te ríes de mí so malo!!!

Danilo: Jajaja, perdón me hizo gracia la expresión. 

Rocío: Ay niño lo siento es que pa mi todas son del mismo sitio de Venezuela… jajajjaa.

Danilo: Jajajajaja. Pues se equivoca señorita porque en Brasil también las hacen.

Rocío: ¿En serio? ¿Y como hablan en brasileño? Ay nunca vi una, me encantaría ver alguna. 

Danilo: Seguro te encantaría conocer mi país, es precioso y somos muy buena gente. (Sonríe)

Rocío: Sí, mi niño pero es que… No puedo ir… el puesto no da más que para vivir al día, tú sabes. Este negocio nos mantiene a mis papás y a nosotras dos. No da para mucho más.

Lara: Claro, así que imagina… Si mi hermana y yo ni siquiera pudimos estudiar ni na de na.

Danilo: Comprendo… Debe ser dura la vida para ustedes, supongo. (Triste)

Rocío: Y tanto… todos los días, de sol a sol… solo libramos el domingo por ir a la iglesia y poco más. 

Danilo: ¿Qué religión tienen los gitanos? 

Rocío: Pues hijo cual va a ser, evangélica… Bueno hay algunos católicos eh, pero nosotros vamos a la iglesia evangélica de Triana.

Lara: Bueno yo les dejo, voy para la casa, Rocío. Mamá me acaba de mandar un mensaje al móvil. Tengo que ayudarle con la comida. Encantada Danilo.

Rocío: Vale, Lara. Hasta luego. (Su hermana se marcha)

Danilo: Muy simpática tu hermana también… aunque… No tanto como tú, claro. (Sonríe y le guiña el ojo)

Rocío: Ay que mentiroso, seguro te ha gustado más ella… Upss… ¡Perdón! (Avergonzada)

Danilo: Jajajaja. No, a decir verdad la que me gustó más eres tú. (Sonríe tierno)

Ambos se miran a los ojos y sonríen… Se pierden en un cruce de miradas y sonrisas. Rocío, tímida, intenta reanudar la conversación.

Rocío: ¿Y cómo es que regresaste? ¿Quieres comprar algo más? Mira tengo unas…

Danilo: No… la verdad no vine por eso… Vine por… por… La verdad volví por ti. (Sonríe)

Rocío: ¿Qué, por mí? (Sorprendida)

Danilo: Te… te gustaría tomar un refresco conmigo cuando termines de trabajar… Anda di que sí, por favor… (Sonríe)

Rocío: Ay, es que… es que… (Nerviosa, en ese momento ve a Antonio llegar a lo lejos) ¡Es que no puedo! ¡No puedo! Lo siento en serio Danilo, no te enojes pero no puedo.

Danilo: Bueno si hoy no puedes tal vez mañana u otro día, aún estaré una semana por acá.

Rocío: No… es que tampoco voy a poder otro día, lo siento… (Nerviosa, Antonio se acerca)

Danilo: ¿Pero por qué? ¿Qué pasa? Sólo quería invitarte a… 

En ese momento Antonio aparece en el puesto junto a Danilo. Rocío se queda muda, nerviosa y preocupada, pues sabe que su novio es muy celoso. Antonio mira a Danilo de arriba abajo con mala cara.



Antonio: ¿Algún problema mi amor?

El brasileño al escuchar “mi amor” se da cuenta que hay algo entre Rocío y el gitano.

Rocío: No, nada, Antonio, nada… Estaba atendiendo a este cliente. Turistas ya sabes, no hablan bien el español… (Nerviosa no sabe que decir)

Danilo: Hola… 

Antonio: Hola… (Con mal tono)

Y es que Antonio al ver a Danilo se ha puesto muy celoso y más viendo como es físicamente el brasileño, quien le opaca en la escena.

Rocío: Pero ya se iba… ¿Verdad joven? Espero le guste la pulserita… (Sonríe intentando que Danilo se marche)

Danilo: Sí… sí… ya me iba... Muchas gracias muchacha. (Se va pero molesto mirando hacia atrás varias veces)

Desde el puesto, Antonio enfrenta a Rocío.

Antonio: ¡Ahora mismo me vas a decir quién era ese guapito de cara! (Tomándola del brazo con fuerza)

Rocío: ¡Ahhh!!! Suéltame Antonio, me haces daño. (Asustada)

Antonio: ¡Habla, embustera! Me di cuenta como te reías con ese “guiri” (Extranjero). ¿De qué tanto reían los dos, eh? (Furioso y celoso)

Rocío: De nada, me preguntaba por Sevilla y… Además parecía, bueno tu sabes… (Miente para que la deje en paz) 

Antonio: ¡Mientes! ¡Te juro que si me llegas a poner los cuernos con alguno lo mato, me oyes! ¡Lo mato!!! ¿Te queda claro? ¡Tú sabes que lo hago!!! (Sacando una navaja del pantalón se la muestra)

Rocío: Por favor, Antonio, guarda eso, te puede ver alguien…

El gitano se guarda la navaja. 

Antonio: ¡Más vale que no te vuelva a ver en ese plan porque me vas a conocer y ese también! (Se va muy enojado)


INT. / CASA MONTOYA, SALÓN / DÍA

Macarena y Lara sirven la mesa. Francisco, el padre de la familia ve la televisión, las noticias de Antena 3, sentado a la mesa. Macarena sirve unas patatas fritas y huevos con pechugas de pollo rebozadas.



Francisco: ¿Y la niña, dónde está Rocío? 

Macarena: Me llamó para decirme que no viene a comer, que Lara le lleve una fiambrera con lo de hoy. Ya sabes que alguien se tiene que quedar en el puesto.

Francisco: Vale… ya a la noche la veo en casa. Ahora cuando termine de comer me voy a Alcalá de Guadaíra. Tengo que recoger género.

Lara: Papá, no te olvides de las sandalias que te dije. Se venden como rosquillas. (Sonríe)


EXT. / MERCADILLO DE TRIANA / DÍA

Horas más tarde, ya cuando cae la noche y el mercadillo se recoge, Rocío se dispone a dar un paseo a orillas del río Guadalquivir. La joven camina a la luz de la luna mirando desde el barrio de Triana hacia el centro histórico de Sevilla, vemos barcos por el río, los puentes, la torre del Oro, la Catedral y la Giralda iluminadas, la plaza de toros…. Rocío ama su ciudad pero aunque nunca ha salido de ella sueña con viajar y conocer mundo. Un mundo que Danilo podría mostrarle. Rocío piensa en el brasileño y suspira hablando sola.



Rocío: Ay Danilo… ¿Dónde estarás ahora? Si supieras… Pero lo mejor es que no nos veamos más… ojalá no vuelvas por el mercadillo mañana porque Antonio podría cometer una locura… Y no quiero que te haga daño, eres un chico  tan bueno, tan simpático… tan bello. (Sonríe ilusionada) ¡Ay Dios mío que voy a hacer si se marcha a su país! ¡Jamás le volveré a ver! Ni siquiera tengo su teléfono ni nada…

En ese momento, Danilo aparece tras ella por sorpresa y…

Danilo: Boa noite, Rocío… ¿Tudo bem? (Sonríe tierno)



La gitana se da la vuelta y…

Rocío: ¡Danilo! (Sonríe sorprendida)

Danilo: Hola… ¿Qué haces tan sola aquí? 

Rocío: Hola… no te esperaba… estoy… estaba paseando, me gusta pasear por la noche por el barrio. ¿Y tú? Pensé estarías con tus padres…

Danilo: No, ellos se fueron a Madrid un par de días, regresan el lunes. 

Rocío: Te quedaste solito en Sevilla… Vaya… imagino no conocerás a nadie para salir ni eso.

Danilo: La verdad no, sólo a ti. (Sonríe y se le acerca)

Rocío: Danilo yo… mira lo de esta mañana en el mercadillo…

Danilo: Por favor, no digas nada… ¿Sí? (El chico se acerca cada vez más ella se pone muy nerviosa)

Rocío: Danilo, por favor, no… 

Danilo: Me gustas Rocío, me gustas mucho. Eres preciosa… (Sonríe y se miran a los ojos)

Rocío: Pero yo… yo tengo, tengo novio. ¡Antonio es mi novio!

Danilo: Lo sé… me di cuenta al ver como te hablaba. Se puso celoso de mí. 

Rocío: ¿Y no te importa? 

Danilo: No, porque me gustas demasiado y no me importa si tengo que luchar contra quien sea por tu amor.

Rocío: Danilo por favor, esto no es una novela de tu país… es la vida real. Tú no sabes como somos los gitanos. Antonio te podría hasta matar si supiera que…

Danilo: Tchistt…. 

En ese momento el brasileño la toma de la cintura y la roba un beso, un tierno y apasionado beso que deja a Rocío sin palabras. La gitana se deja llevar, ambos se besan a la luz de la luna, frente al río Guadalquivir. Danilo se adueña de su boca a besos, cada vez más y más intensos. Rocío le responde y siguen besándose, escuchamos música. (Los primeros acordes de “Dime” de Beth)

Ambos continúan besándose con una pasión desmedida. Rocío siente algo que jamás había sentido antes por un hombre. Amor y pasión, una pasión irrefrenable y es que los dos jóvenes se atraen mucho físicamente, y también interiormente. Danilo sigue besándola sin descanso hasta que…

Rocío: ¡Ya por favor, ya! (Se retira) Esto no está bien, Danilo… No… no vuelvas a besarme.

Danilo: Pero sentí te gustaban mis besos… (Triste)

Rocío: Sí me gustaron si, no puedo negarlo pero no es correcto. Yo estoy de novia y me voy a casar en tres meses.

Danilo: Tú no amas a ese tipo, si no nunca me hubieras besado.

Rocío: ¡Ya Danilo! No me hagas enfadar… Es mejor que te marches, por favor.

Danilo: No seas así, pensé que yo te gustaba igual que tú a mí.

Rocío: (Seria) Seguro eres como todos, vienes a España, luego seduces una chica, te la llevas a la cama y luego si te he visto no me acuerdo y lo siento pero yo no soy así. Soy una mujer decente.

Danilo: No te enojes… por favor, no pretendía que pensaras que yo… Lo siento… no soy de esos… De verdad que no.

Rocío: Vete por favor… lárgate y no vuelvas más por el mercadillo. ¿Entendiste? No vuelvas, esto no puede ser. Soy gitana y en nuestra cultura no se acepta que tengamos romances con payos.

Danilo: ¿Qué es payo?

Rocio: No gitano, sea español o extranjero, da igual. No podemos casarnos con payos.

Danilo: No te pedí eso… no entiendo.

Rocío: ¡Ay Danilo por Dios! ¡No! No puede ser… Es mejor que te olvides de mí y vuelvas a Brasil.

Danilo: Pero Rocío… (Triste y preocupado)

Rocío: Adiós para siempre Danilo… (Se va corriendo)

El brasileño se queda llorando a la vez que la gitana también rompe a llorar mientras escapa corriendo.


INT. / JOYERÍA / NOCHE

Antonio y Ramón atracan la joyerían, han destrozado el escaparate con un coche robado y ahora llenan varias bolsas con joyas y todo tipo de piezas de alto valor.  Ambos van encapuchados. La alarma del local se escucha en toda la calle.



Ramón: ¡Date prisa, tenemos que irnos antes de que llegue la poli!

Antonio: Voy lo más rápido que puedo, imbécil… No tengo ocho manos… (Metiendo joyas en su bolsa)

Ramón: Ya, vamos…. 

En ese momento se escucha la sirena de un coche de policía. Dos agentes bajan del auto para detener a los ladrones. Antonio sale de la joyería y saca una pistola. Uno de los policías le apunta con un arma pero el villano le dispara primero, matándolo en el acto de un tiro en el pecho. Escuchamos música incidental. El otro agente pide refuerzos desde el coche patrulla. Antonio y Ramón escapan en el auto robado a toda velocidad por las calles de Sevilla.

CONTINUARÁ

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