lunes, 4 de agosto de 2014

Capítulo 1: Un amor imposible


LA GITANA

CAPÍTULO 1: UN AMOR IMPOSIBLE (GRAN ESTRENO)





 
SEVILLA, ESPAÑA



Es un día muy soleado y caluroso en la capital andaluza. La Giralda, torre de la catedral de Sevilla, preside desde lo alto el casco antiguo de la ciudad. Vemos el tranvía, autobuses y coches circulando por las calles, gente en las terrazas de bares y cafeterías... Turistas de todas partes visitando los principales monumentos históricos de la capital... En resumen, el bullicio típico de una de las capitales más hermosas del país. Sevilla es la cuarta ciudad de España y una de sus urbes más famosas. En el popular barrio de Triana, se celebra como cada día un mercadillo callejero al que acuden cientos de personas de toda la ciudad. Este lugar está prácticamente gobernado y regentado por familias de etnia gitana, que venden todo tipo de artículos a sevillanos y turistas, desde ropa hasta bisutería, pasando por un sinfín de cosas.

 


EXT. / MERCADILLO DE TRIANA / DÍA
 
En uno de esos puestos, en la calle, una hermosa joven morena, atiende a una clienta. Ella es Rocío Montoya, protagonista de esta historia. Rocío ayuda en el negocio familiar, un puesto dirigido por su padre, don Francisco, en compañía de su madre, Macarena. Mientras él descarga mercancías de una vieja furgoneta, madre e hija atienden a la gente. Macarena alza la voz para llamar la atención de los viandantes del mercadillo. Todos hablan con acento sevillano.


 
Macarena: ¡Vamos nenas, que me lo quitan las manos, nenas!! (Sonríe)
 
Rocío: ¡Tres bragas por dos euros, guapas! ¡Tengo calcetines de “naik”! (Sonríe) Mira mi amor… Si quieres te llevas tres por el precio del par. (Le muestra las prendas a una señora mayor)
 
Señora: Ay no sé Rocío, no me gustan… ¿No tienes otro color? Es que mi marido es más raro pa’ estas cosas…
 
Rocío: ¡No se preocupe mi alma que yo “enseguía” se los busco! ¡No se vaya, reina! (Sonríe)
 
Mientras la chica va a la furgoneta a por los calcetines, Macarena atiende a otra señora.
 
Macarena: A ver, mi niña… Mira, estas pulseritas me las han “traío” de Marruecos… (Miente) Son preciosas, mi amor… Mira… (Se las muestra) 2 pulseras por 3 euros, guapa. (Sonríe para convencerla)
 
Señora2: Me encantan, me las llevo, voy a regalarle una a mi hija y otra pa mi nuera. (Sonríe)
 
Macarena: “Po” muy bien, reina… Ahora mismo te las envuelvo pa regalo, mi alma. 
 
El mercadillo sigue durante toda la mañana, cientos de personas llenan los puestos de los gitanos comprando todo tipo de cosas. 
 
 
EXT. / CASCO ANTIGUO DE SEVILLA / DÍA
 
Una pareja de turistas pasea por el centro de la ciudad, visitando los principales edificios históricos. Ellos son Marcelo y su esposa Eloísa, un matrimonio de brasileños recién llegados a la capital. Con ellos también va su hijo Danilo, un joven que estudió español en su país y que desea pasar una temporada en España. Toda la familia conversa a los pies de la Giralda, una zona donde los coches de caballos dominan la plaza. Los brasileños se quedan mirando una de las calesas.



 
Marcelo: ¿Te gustaría subir a una de esas, mi amor? No deben ser muy caras… (Sonríe)
 
Danilo: Dale, mamá, verás como lo pasan bien. Así se dan un paseo por Sevilla, es algo muy típico acá.
 
Eloísa: Bueno, está bien, me han convencido pero… ¿Tú no vienes con nosotros mi amor?
 
Danilo: No, mejor vayan ustedes dos solos… Yo voy a darme una vuelta por el mercadillo de Triana. Les veo allá más tarde. ¿OK?
 
Marcelo: Ok Danilo pero ten cuidado, apenas conoces bien la ciudad.
 
Danilo: No te preocupes papá, yo me sé manejar además que ya hablo muy bien el español. (Sonríe)
 
Eloísa: Bueno pues nos vemos luego por allá… Si eso nos llamas al celular, Danilo.
 
Danilo: De acuerdo, yo les marco más tarde. ¡Pásenlo bien! (Sonríe y se va)
 
Mientras el muchacho se marcha, Marcelo le pregunta a uno de los cocheros…
 
Marcelo: Disculpe, señor… ¿Cuánto cuesta dar una vuelta en calesa?
 
Cochero: Una hora de paseo por Sevilla son 40 “euro”, caballero. (Sonríe)
 
Eloísa: Bien caro, Marcelo…
 
Cochero: Si quieren se lo puedo dejar en 35 “euro”, sólo por ser “ustede”… (Con marcado acento sevillano) Les hago un precio especial. (Sonríe amable)
 
Eloísa: Ay no sé… (Molesta)
 
Marcelo: Bah, no importa, por una vez… Ya que estamos aquí… No sabemos cuando podremos volver a Sevilla. Venga, trato hecho, 35 euros. (Sonríe)
 
Señor: Perfecto, señores, pueden subir cuando quieran…
 
Marcelo: Vamos, mi amor…
 
Eloísa: Vale, está bien… que ganas de gastar por gastar… Huele a caballo… Aggg…
 
Marcelo: Jajaja. ¿Y qué esperabas que oliera a gasolina? (Se burla) Cómo eres, en serio.
 
 
EXT. / MERCADILLO DE TRIANA / DÍA
 
Rocío sigue en su puesto del mercadillo, vendiendo ropa y baratijas a turistas y sevillanos. Entre la multitud de gente aparece un atractivo joven, Danilo. El muchacho se acerca al puesto de la gitana y…


 
Danilo: Buenos días… (Sonríe)
 
En ese momento la chica alza la mirada y ve a Danilo. La joven se queda en silencio, ambos se miran a los ojos y sonríen. Rocío, algo tímida y nerviosa, no es capaz de mantenerle la mirada y dirige la vista a la ropa del mostrador.
 
Rocío: Bue… buenos días, joven… ¿Desea alguna cosilla?
 
Danilo: Sí… ¿Ocurre algo?
 
Rocío: No… este… nada… (Alzando la mirada le ve de nuevo)
 
Danilo: Quería comprar algo para mis padres, un regalo pero no sé que escoger… 
 
Rocío: Tú eres de fuera, verdad, guapo… (Sonríe)
 
Danilo: Brasileiro…
 
Rocío: ¡Anda Virgen de la Macarena! ¡Pos de donde el mundial! 
 
Danilo: Jajaja, sí, de allí. De Río de Janeiro concretamente.
 
Rocío: Pos hablas mu bien el español, bueno el “andalú”. 
 
Danilo: Gracias… (Sonríe) Bueno… ¿Me puedes ayudar? ¿Qué me aconsejas?
 
Rocío: Pos mira mi niño precioso… tienes… pa tu padre… mira unas billeteras bien guapas, tengo relojes también… 
 
Danilo: Pero serán muy caros, imagino… 
 
Rocío: ¡Que va mi alma! ¡Na que ver! Mira.. tengo unos por 10 euros…  mu bonitos. 
 
Danilo: Está bien… ¿Y para mi madre que podría llevarle? (Sonríe pues le hace gracia el acento de la gitana)
 
Rocío: Pos a ver… pa tu jefa… te tengo, te tengo… (Mirándole a los ojos, coqueta pues le gusta el chico y mucho)
 
Danilo: Jajajajaja.
 
Rocío: ¿De te ríes chiquillo? (Sonríe)
 
Danilo: De cómo hablas… me resulta gracioso.
 
Rocío: Estamos en Sevilla, guapo, aquí hablamos todos así… “Gitano y no gitano”
 
Danilo: ¿Qué tal una blusa? A ella le gusta la ropa con flores, tal vez…
 
Rocío: ¡Ay no mi alma! Nada de eso, flores pa tu señora madre ni hablar… Tengo algo mejor. Mira… (Le muestra un vestido de lunares)
 
Danilo: Jajajaja. ¿Pero cómo le voy a llevar eso, si parece de folclórica?
 
Rocío: Ay que fino el niño… pos vamos a ver que otra cosa le puedo mostrar…
 
Danilo: Jajajaja. ¿Sabes que eres muy divertida?
 
Rocío: “Pos muxa grasia” mi rey… (Sonríe)
 
Danilo: Y muy guapa, también… (Tímido)
 
Rocío: Gracias… (Tímida, ambos se miran sin pestañear, se gustan demasiado)
 
Danilo: A ver… este… mejor para ella me vas a poner una pulsera de esas que tienes allá.
 
Rocío: ¿De las de Marruecos? ¡Ay que buena idea! Ni me daba cuenta, mi niño precioso.
 
Danilo: ¿Cuánto cuestan?
 
Rocío: Mu baratas, cariño, mu baratas… No te preocupes…
 
Danilo: Jajaja. Está bien, confiaré en ti. Entonces me llevo eso y el reloj. Ese de la correa negra. (Sonríe)
 
Rocío: Perfecto, galán, mu bien… Ahora te los envuelto en papel de regalo, cariño.
 
El brasileño se siente muy querido por la gitana, ya que ella es muy cariñosa, aunque también sabe como regalar los oídos de la gente para vender. Todo es cuestión de márketing y los gitanos lo saben bien. Pero a Rocío realmente le ha gustado mucho Danilo, tanto que…
 
Rocío: Aquí tienes, guapo… (Sonríe)
 
Danilo: Gracias… (Le da el dinero) Bueno pues… ya… ya me voy…
 
Rocío: Un placer, mi alma. Cuando vuelvas a Sevilla, ya sabes dónde estamos.
 
Danilo: Gracias, muy amable, lo tendré en cuenta… (Se va)
 
Ninguno de los dos se ha atrevido a dar un paso más, Danilo se marcha entre la gente, mirando de vez en cuando hacía atrás para ver a la gitana. Desde su puesto, Rocío le mira también pero con pena, ya que sabe que no le volverá a ver nunca más, como suele pasar con todos los turistas que visitan el mercadillo. La muchacha sigue a lo suyo… Danilo se aleja y ambos se pierden de vista… ¿para siempre?


 
En ese instante aparece Antonio, el novio de Rocío. El muchacho, también de etnia gitana, conversa con la chica. Antonio también regenta otro puesto en el mercadillo, junto a su madre Zulema y su primo Ramón. 


 
Antonio: ¡Hola mi amor! 
 
Rocío: ¡Hola Antonio! (Sonríe)
 
Antonio: ¿Cómo estás cariño? ¿Qué tal la mañana? Ya pronto es la hora de comer.
 
Rocío: Mu bien, muchas ventas… va genial el veranito.
 
Antonio: Pero mucha calor…  Ya tengo ganas de tomarme un descansito y tomarme unas cervecitas con una patatas ali-oli.
 
Rocío: Yo tengo que quedarme hasta las cuatro, mi papá y mi mamá se fueron a casa a comer.
 
Antonio: Bueno, mi  mamá se quedó al cargo del nuestro. He quedado con Ramón en el bar de la esquina.
 
Rocío: Vale, Antonio, nos vemos más tarde. (Sonríe)
 
El gitano se va, fumando un cigarrillo. La gente comienza a ir abandonando el mercadillo, es la hora de la comida y el calor aprieta en Sevilla. Estamos en pleno verano. 
 
 
INT. / RESTAURANTE / DÍA
 
Danilo y su padre conversan sentados a una mesa en un típico restaurante sevillano, decorado con azulejos y cuadros de la ciudad, así como motivos taurinos y del folclore local. En uno de ellos vemos la imagen de Isabel Pantoja, famosa cantante y de la fallecida Rocío Jurado, ambas muy queridas en Sevilla. También un cuadro de la famosa plaza de toros de la Maestranza. Marcelo y Danilo charlan mientras terminan de comer.


 
Danilo: Era preciosa, papá, muy linda. Pero lástima que ya no la vaya a volver a ver.
 
Marcelo: Pero si tanto te gustó esa gitana deberías haberle pedido su número de teléfono, hijo.
 
Danilo: ¿Y para qué? Si ya pronto nos tendremos que volver a Brasil y...
 
Marcelo: Bueno como quieras… A ver si viene ya tu madre del baño, que mira que se tarda esta mujer…
 
Danilo: ¿Les gustó el paseo en calesa, papá? ¿Qué tal lo pasaron?
 
Marcelo: Sí, genial, Danilo… Nos encantó, la verdad que Sevilla es hermosa. Aunque hace mucho calor.
 
Danilo: Así es el verano aquí, leí mucho sobre España antes del viaje. Me gustaría conocer Barcelona.
 
Marcelo: Tu madre y yo pensamos ir a Madrid unos días, ¿Quieres venir?
 
Danilo: Ya conozco Madrid, papá, estuve hace dos años con unos amigos. ¿Recuerdas?
 
Marcelo: Claro, no me daba cuenta, es verdad.
 
Danilo: Creo que me quedaré en Sevilla… con suerte vuelva a ver a la gitana.
 
Marcelo: ¿Cómo se llama esa chica?
 
Danilo: No lo sé, no nos dimos los nombres… 
 
Marcelo: Mmm… Ay hijo… yo la verdad no es por desilusionarte pero la próxima semana volvemos a Río y lo mejor es que no la busques… No va a poder ser… Además… tampoco sabes si tiene novio.
 
Danilo: No sé, no lo creo… pero… (Preocupado)
 
Justo en ese instante aparece Eloísa.
 
Eloísa: ¿Bueno qué nos vamos?
 
Danilo: Sí mamá, ya hemos terminado.
 
Marcelo: ¿Les parece si vamos a ver los Reales Alcázares? Ya deben haber abierto de nuevo.
 
Eloísa: Me han dicho que eso es realmente precioso… (Tomando su bolso de la silla, todos se van)
 
 
INT. / CASA MONTOYA, SALÓN / NOCHE
 
Francisco, el padre de Rocío, habla con su futuro yerno Antonio. Ambos toman unas cervezas mientras ven un partido de futbol en la tele. El Betis vs Real Madrid.


 
Francisco: Ya quedan apenas 3 meses para la boda. Estoy deseando ver a mi hija casarse de blanco. Vamos a hacer una fiesta por todo lo alto en Triana, Antonio. ¡Voy a tirar la casa por la ventana! (Sonríe)
 
Antonio: Y yo también, Francisco… No veo la hora… Estoy tan enamorado de su hija que sé que voy a ser el hombre más feliz del mundo.
 
Francisco: Espero mi hija y tú hayan respetado las costumbres… No quiero un escándalo en la familia ni en el barrio. 
 
Antonio: No se preocupe, ella y yo nunca hemos tenido intimidad, se lo juro. Yo respeto mucha la cultura gitana, soy fiel a la tradición.
 
Francisco: Tu madre le hará la prueba del pañuelo a Rocío, tal como quedamos, el día de la boda.
 
Antonio: Perfecto, si ya algo me dijo ella hace unos días. ¿Usted será el padrino cierto?
 
Francisco: Así es… ¡¿Macarena, dónde están las aceitunas y los boquerones, mujer?!
 
En ese momento aparece Macarena, la esposa de Francisco.


 
Macarena: ¡Aquí están! (Dejando una bandeja en la mesa)
 
Francisco: Así me gusta que atiendas a los hombres de la casa… (Sonríe y bebe cerveza)
 
Y es que en la cultura gitana los hombres son muy machistas en muchas cosas, tanto en el tema de la virginidad de la mujer antes de casarse como en las tareas del hogar. 
 
 
INT. / CASA MONTOYA, HABITACIÓN DE ROCÍO / NOCHE
 
La gitana conversa con su hermana Lara, unos años menor, ambas chicas hablan del brasileño del mercadillo sentadas en la cama.


 
Rocío: Era guapísimo… el chico más guapo que he visto en mi vida, Lara.
 
Lara: ¿Te gustó mucho eh? ¿Y por qué no le pediste el teléfono?
 
Rocío: Porque… porque no puede ser… era un turista y además… Yo ya estoy de novia con Antonio.
 
Lara: Pero tú no le quieres… porque para fijarte en ese muchacho…
 
Rocío: Si le quiero pero no estoy enamorada de él. Sólo que papá me obliga a casarme con Antonio.
 
Lara: Pero si no amas a Antonio deberías ser sincera con él y dejarlo antes del matrimonio, hermana.
 
Rocío: No puedo hacer eso… Papá me mataría.
 
Lara: Tu misma pero yo sólo quiero seas feliz, y tal vez ese brasileño te hiciera más feliz que tu Antonio, hazme caso.
 
Rocío: Ay Lara… era tan guapo… y parecía tan simpático… (Sonríe ilusionada) Pero papá jamás dejaría que yo tuviera algo con un payo.
 
Lara: Ya lo sé… lo sé…
 
Rocío: Por eso lo mejor será que me olvide de él… para siempre.
 
 
INT. / HOTEL, HABITACIÓN DE DANILO / NOCHE
 
Danilo, echado en la cama sin camiseta, mira al techo, pensando en la gitana, en Rocío. El muchacho no puede evitar recordarla y…


 
Danilo: Tengo que buscarla, necesito verla de nuevo… No puedo irme a Brasil así… no puedo… Tengo que volver a verte… gitana… ¿Por qué no puedo sacarte de mi mente ni un segundo, por qué? (Se levanta de la cama y mira por la ventana) Mañana iré de nuevo a ese mercadillo… (Sonríe ilusionado)
 
CONTINUARÁ
 

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